viernes, 25 de marzo de 2011

Defendiendo el arte y la cultura

Desde el 2004 permanece cerrado el cine y teatro “Gran Rivadavia” debido a que los dueños no podían mantenerlo ni hacerle las modificaciones que necesita para poder funcionar como hizo siempre. Ante el cierre, los propietarios le pidieron ayuda económica al Gobierno y al INCAA pero la misma no llegó.
Por el cine pasaron intérpretes como China Zorrilla, León Gieco, Diego Torres y Mercedes Sosa, que brindaron sus espectáculos y mantuvieron expectantes al público, sin mencionar la cantidad de películas que los vecinos pudieron apreciar.
Hace casi 8 años que el barrio lucha para que el mismo no se venda y se convierta, como otros cines y teatros, en supermercados, boliches, iglesias, etc. Las personas que están interesadas en la compra de la construcción explicaron que quieren hacerle sólo algunas modificaciones, pero la gente teme que se dumuela.
Por lo mismo el grupo “Salvemos a Floresta” reunió a la gente del barrio y juntó firmas para llevar al gobierno la petición de que por lo menos lo declararan como centro cultural para el barrio y pudieran utilizarlo como teatro.

En el 2010 lograron que en las puertas del cine se pasaran gratuitamente la película “El Secreto de sus Ojos”, donde concurrieron más de 300 personas. Esto despertó en la gente recuerdos de las viejas épocas cuando pasaban los ratos en el Gran Rivadavia; pero la alegría y la emoción duraron solo una noche.
Después de varios años de lucha los vecinos consiguieron que se aprobara una ley que lo cataloga con protección cautelar e impide su demolición. Pero la gente quiere que se proteja también su funcionamiento. El pedido pasó de la comisión de Cultura a la de Presupuesto. El barrio está esperanzado con que el Estado compre el teatro y pueda reabrir, pero saben que no es fácil porque hay que invertir demasiado dinero.
Lo cierto es que después de tantas idas y vueltas el cine se encuentra totalmente tapiado, no se puede observar su interior, ni tampoco se puede ver su nombre, ya que las letras del mismo fueron sacadas y no se encuentran en la fachada como hace un tiempo. Las personas del barrio, sobre todo la gente grande, se lamenta por el mismo ya que muchos se criaron viendo espectáculos en el cine que funcionó durante 64 años y les parece una pena que un cine con esa magnitud (17.32m de frente, 61,63m de fondo y 1400 butacas) no se pueda aprovechar para el arte y la cultura.
Mientras tanto tienen la esperanza puesta en que el Gran Rivadavia se compre y lo reabran para que, tanto grandes como chicos, puedan participar de espectáculos y los artistas puedan brindar sus funciones en el mismo.

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